La SAE se queda con el manejo de la Triple A

Sigue la polémica por el manejo de la Triple A. Foto: Cortesía.

POR CARLOS HERRERA DELGÁNS[email protected]

Lo que ayer le entregaba en bandeja de plata la Sociedad de Activos Especiales —SAE— a la Administración Distrital de Barranquilla hoy se lo quita de un zarpazo para despojarla del manejo de la empresa Triple A y dejar planteado un enfrentamiento entre el Gobierno Nacional y el gobierno local. De ser un tema legal se convirtió en uno político, lo que para muchos el alcalde Jaime Pumarejo pocas posibilidades tiene de ganar.

Se ha vuelto costumbre en los mentideros que las discusiones jurídicas se ventilan en los estrados judiciales y las políticas mediante decisiones administrativas, que para los entendidos por mucho que traten de ceñirse a la ley siempre buscan la comba al palo para evadirlas. Es el caso de la Administración Distrital y el Gobierno Nacional en el que se ha desnudado un cuerpo a cuerpo por el dominio de la empresa Triple A al convertirse esta en la joya de la corona por los intereses económicos que representa. Para medir la temperatura, solo hay que revisar las ganancias que obtuvo la empresa en el año 2022, las cuales superan los $150.000.000 millones, para entender de lo que estamos hablando.

Cada gobierno goza de su reinado, la administración del alcalde Jaime Pumarejo, militante de la Casa Char, vivió su luna de miel con el gobierno anterior de Iván Duque, que por intermedio de la SAE inició un proceso de extinción de dominio al paquete accionario de 82,16% que el Grupo Inassa  poseía en la empresa Triple A. Acciones que la SAE vendió a precio de gallina flaca al distrito y a la empresa de economía mixta K-Yenas S.A.S, encargada de la prestación del servicio de alumbrado público en Barranquilla, cuyos propietarios son los hermanos Daes y el Zar de las basuras en Colombia, William Vélez.

Como se recordará el distrito adquirió de la SAE, en un acto oficial donde estuvo presente el presidente Iván Duque el cual estampó su firma en el documento de compraventa, el paquete accionario del Grupo Inassa por valor de $565.000.000 millones de los cuales el distrito desembolsó un 50 por ciento y el restante 50 por ciento se fijó para ser entregado el 30 de diciembre de 2022, el cual no se produjo, ya que la SAE decidió congelar la entrega del paquete accionario, hasta tanto la Contraloría General de la Nación se pronuncie sobre la legalidad de la compraventa, de la cual la Superintendencia de Servicios Públicos conceptuó que existe una presunta irregularidad en la transacción.

Con la llegada de Daniel Rojas a la presidencia de la SAE se frenó en seco el cumplimiento del contrato de compraventa en el que se cedía el paquete accionario de la multinacional española a la Administración Distrital de Barranquilla, la cual quedó viendo un chispero por la jugada a última hora. Desde entonces, empezaron los tropiezos en el gran negocio que habían proyectado el alcalde Pumarejo y los propietarios de K-Yenas S.A.S.

No muy contento con eso Rojas decide intervenir la junta directiva de la empresa prestadora eligiendo, de una plancha, a los nuevos miembros para lograr la mayoría decisoria que le permite tener control absoluto de esta, dejando en minoría al alcalde Pumarejo, que por supuesto sigue de presidente de dicha junta sin maniobra alguna.

En un año político como el que cursa decisiones como las producidas causan un efecto devastador a los que dominaban a su antojo la empresa prestadora, puesto que sienten que el poder se le desvanece entre las manos, lo cual termina afectando el estado anímico de los aliados políticos al observar que les retiran de la bandeja una pechuga jugosa como lo es la empresa Triple A.

Con la elección de la nueva junta directiva de la empresa prestadora el Gobierno Nacional en cabeza del presidente Gustavo Petro envía un mensaje claro a la dirigencia política de la ciudad, en el sentido que la prestación de los servicios públicos domiciliarios de acueducto, alcantarillado y aseo dejarán de ser un negocio lucrativo para una elite desalmada para convertirse en servicios esenciales donde prime tarifas accesibles a la población.

Pierde de esta manera la Administración Distrital un aliado incondicional como lo es la Sociedad de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Barranquilla, toda vez que deja de ser su referente de buena gestión para tomar caminos diferentes.

Sufre la Casa Char dos aparatosas perdidas. La primera, la renuncia de Arturo Char a su investidura de senador y ahora la pérdida del manejo de la empresa Triple A, que como estaban las cosas había sido negociada a precio de gallina flaca a una empresa de economía mixta K-Yenas S.A.S. Es decir, el negocio estaba tan perfeccionado que pasaron por alto que las elecciones presidenciales las ganaría un candidato de izquierda.

Habrá que esperar el pronunciamiento de las autoridades competentes para que resuelvan sí el contrato de compraventa del paquete accionario por parte de la SAE, en época del presidente Iván Duque, al Distrito de Barranquilla es legal y si la movida de la SAE, en época del presidente Gustavo Petro, de congelar la entrega del paquete accionario a la Administración Distrital y de cambiar los miembros de la junta directiva es ajustada a la ley. Por lo pronto prima lo acontecido hasta el momento, las decisiones de la SAE, que gozan de la presunción de legalidad a la luz el ordenamiento jurídico, hasta que se demuestre lo contrario.

Por lo pronto gana el pulso el Gobierno Nacional al Gobierno local en el manejo de la empresa Triple A. Como dice el dicho: “el que pega primero, pega dos veces”.