Un pesebre iluminado se destaca en la plaza de Candelaria, la tradición encendió la esperanza y el espíritu navideño en la comunidad. Y los primeros en participar fueron los niños con discapacidad visual de Fundave, quienes aportaron a la decoración colectiva de su pesebre, junto a los jóvenes y adultos, en una jornada que acompañó la gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera.
«A propósito del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, destaco que los primeros en decir sí a decorar juntos los pesebres artesanales fueron mis niños con discapacidad en los municipios. Con sus manos, aportaron a este pesebre que representan la esperanza, el amor y la unidad», señaló la gobernadora recordando que esta iniciativa hace parte de la estrategia ‘Atlántico es más Esperanza’, con la cual la Gobernación busca incentivar la solidaridad, la sana convivencia e inclusión.
Son 22 pesebres en distintos diseños que tendrán como novedad ser intervenidos por la misma comunidad de cada uno de los municipios, dando rienda suelta a su creatividad e ingenio. Estas estructuras tienen unas dimensiones aproximadas de 3 metros de altura y distintos diámetros, según diseños de las imágenes de San José, María y el niño Jesús, entre otros personajes.
«Los pesebres tienen un concepto minimalista desde su figuración, están construidos en estructuras metálicas de varillas de diferentes calibres, rebordeados con luces Led de Navidad, cubiertos o forrados con distintos materiales como manguera plásticas de colores, zuncho de colores, pita de colores, telas sintéticas o poliéster, fibras naturales como bejuco, enea, iraca, entre otros», explicó Rubiel Badillo, maestro artesano y artista plástico, quien está a cargo de la producción de las estructuras.