Durante una nueva audiencia en el juzgado de Barcelona, la cantante barranquillera Shakira insistió en que no cometió fraude fiscal en España, debido a que en el 2015, año en el que se le acusa de evadir los impuestos, ella vivía en Bahamas. Además, su equipo defensor asegura que durante la estadía de la colombiana en el país europeo no superó el plazo de tiempo que la obliga a tributar.
Así lo argumentó uno de los peritos que representan a la intérprete ante la justicia española, que acusa a la colombiana de defraudar fiscalmente a esa nación por 14, 5 millones de euros entre el 2012 y el 2014, que en dólares asciende a los 17 millones, respectivamente.
Durante la audiencia también participó un inspector de la Agencia Tributaria española, quien discutió si la cantante de ‘Girl Like Me’ vivió en España más de 183 días al año, tiempo mínimo para adquirir la condición de residente fiscal.
Recordemos que cuando la Shakira Isabel Mebarak Ripoll, nombre real de la cantante, presentó su declaración ante el juez, en calidad de investigada, sostuvo que antes de 2015 solo visitaba puntualmente la capital catalana con motivo de su relación con el futbolista del FC Barcelona, Gerard Piqué.
Dicha premisa ha sido debatida debido a que la relación entre la colombiana y el jugador español inició en 2011 y producto de esa unión tuvieron dos hijos que nacieron entre 2013 y 2015. Mas allá de los días de residencia efectiva, las partes no discuten ni la cuota defraudada -que la cantante ya devolvió a Hacienda- ni el entramado de empresas domiciliadas en Islas Vírgenes británicas, las Islas Caimán, Malta, Panamá y Luxemburgo con las que canalizaba los beneficios de su actividad profesional.
En la acusación contra la también pareja de Piqué, el ente acusador español la acusa tanto a ella como a su asesor fiscal en Estados Unidos de seis delitos contra la Hacienda pública y les acusa de urdir un “plan” para no pagar los impuestos que le correspondían, utilizando un entramado de sociedades radicadas en paraísos fiscales que formalmente eran las titulares de los ingresos que percibía.
En total, la querella estima en 12,3 millones de euros (14,5 millones de dólares) la cantidad que debió tributar por IRPF (impuesto sobre las rentas percibidas) de 2012, 2013 y 2014 y en casi 2,2 millones de euros ( 2,6 millones de dólares) lo que debió pagar a la hacienda de la región de Cataluña por el patrimonio de que dispuso en esos años. El procedimiento está aún en fase de instrucción y la cantante ofrece su “disposición absoluta a colaborar” para solucionar “la diferencia de criterio”, según un comunicado de su defensa.
*Con información de EFE.