CRÓNICAS POLÍTICAS – POR CARLOS HERRERA DELGÁNS
Mientras los candidatos presidenciales sacan los trapitos sucios en los debates televisivos, radiales y por las redes digitales, poderosos medios de comunicación se enfrentan para sentar posición por el candidato de su conveniencia. Al menos es lo que dejan entrever. Lo que suceda en la capital de la República, se replica en las regiones.
Queda evidenciado una vez más la “pelada de cobre” de los poderosos de las comunicaciones al mostrar el lado oscuro de sus intereses y demeritar, lo que piensa la opinión pública, a la cual han obligado a tomar distancia ante la desfachatez desvergonzada expuesta, toda vez que la información que transmiten no es la más confiable y veraz. De ahí que los medios de comunicación se hayan convertido en una de las instituciones que menos confianza genera.
Viene a la memoria el pensamiento de un reconocido presentador de televisión en Argentina, cuando se atrevió a opinar sobre el tema. Esto fue lo que dijo: “Nunca habrá independencia de los periodistas mientras los propietarios de los medios de comunicación sean los dueños de los medios de producción”. ¡Escalofriante!
No hay que ser un mago sacado de la saga de Harry Potter para entender que los principales medios de comunicación de este país son gobiernistas. Están enquistados como un parásito en el Presupuesto General de la Nación. Se acuestan y levantan lavando la imagen del gobierno de turno por los multimillonarios contratos de publicidad de los que gozan, a pesar de que este desarrolla una pésima gestión, estos la maquillan para que se vea bien ante la opinión pública.
Un solo ejemplo de la situación fue la que presenció la opinión pública este fin de semana entre la revista digital semana.com y el columnista de la revista digital cambio.com Daniel Coronel, que sembró un manto de duda por el enfoque dado a la encuesta de intención de voto realizada por la firma Centro Nacional de Consultoría (CNC), contratada y publicada por la misma semana.com, en el que el periodista afirma en su columna del día 3 de abril lo siguiente: “Las encuestas en Colombia no están siendo usadas para reflejar las tendencias de los votantes sino para crearlas. La portada de ayer (sábado) de la revista Semana, basada en interpretaciones acrobáticas de una encuesta del Centro Nacional de Consultoría (CNC), está encaminada a convencer a los votantes de tres cosas: Primero, que Gustavo Petro y Federico Gutiérrez (Fico para sus amigos y el tarjetón) están empatados. Segundo, que Gutiérrez está subiendo vertiginosamente, que ya alcanzó a Petro y que ya está que lo pasa. Y tercero, que no existe otra posible segunda vuelta sino entre Petro y el de Uribe. Las tres consignas propagandísticas son falsas”.
En otro aparte de la columna Coronel dice: “Semana destaca en su portada un hipotético empate en la segunda vuelta, ignorando que su propia encuesta muestra que la diferencia para primera vuelta entre Gutiérrez y Petro se sigue ampliando a favor de este último”.
Objetividad e imparcialidad en la información
El columnista recalca que la revista no es objetiva e imparcial con los resultados de la encuesta en primera vuelta, sino que esta camufla la ventaja que lleva el candidato líder de esta que es Gustavo Petro al segundo que es Federico Gutiérrez y demeritar al tercero Sergio Fajardo, al colocar de plano un empate técnico entre Petro y Gutiérrez en la presunta segunda vuelta presidencial.
El efecto del enfoque de la encuesta por parte de la revista semana.com es desinflar a Fajardo para que este se desmonte y se sume a la campaña de Gutiérrez, para que este tenga una mayor posibilidad de ganar y forzar una segunda vuelta.
Estando los candidatos en primera vuelta es prematuro pronosticar, a menos que quien realiza la encuesta sea un profeta, quienes serán los candidatos que pasen a segunda vuelta. La encuesta mide la intención de voto de una franja ínfima de personas, la cual arrasa Gustavo Petro con el 36,5 por ciento a fecha 31 de marzo de 2022; Federico Gutiérrez llega al 24,5 por ciento y Sergio Fajardo con el 8,4 por ciento. Es decir, la ventaja de Petro con Gutiérrez es de 12 por ciento.
Medir la temperatura de la primera vuelta cuando apenas esta empieza, con lo que podría suceder en la segunda es insensato, puesto que nadie sabe, por incierto, lo que va a suceder en el futuro, ni consultando a la misma gente, que se deja arrastrar por la simpatía y esperanza que le despierta el candidato y no, en la mayoría de los casos, lo que proponga este, puesto que a final de cuenta la gente termina ajusticiando en las urnas con el voto castigo al candidato perdedor.
Mientras no se decante quienes son los candidatos que pasen a segunda vuelta, es apresurado asegurar que va a suceder en esa etapa de la campaña, por la sencilla razón que la temperatura estará bordeando, caso de la Región Caribe, los 40 grados centígrados, en la que veremos, como en Cien años de soledad, doblarse los tornillos y bisagras de las puertas de las casas por el ardiente calor.
La valoración que debió de hacer la revista semana.com era los resultados arrojados por la encuesta en primera vuelta, por el fervor que existe actualmente por la campaña. No ambientar un escenario como la segunda vuelta donde las posibilidades son inciertas, toda vez que en la primera vuelta puede suceder lo impensable, donde el tercero, desmeritado por la revista, pase al segundo en la medición o que el primero termine ganando las elecciones por el crecimiento que viene mostrando, según la muestra.
Todo es posible en estos casi dos meses de campaña. Pero tal parece que a la revista le convenía ambientar lo que proyectó.
La desesperación de la directora de la revista semana.com, Vicky Dávila, cuestionada por profesar sin tapujo la ideología del partido político Centro Democrático, de ubicar lo más cerca posible el candidato del establecimiento como lo es Federico Gutiérrez, al líder de la encuesta. Era el mensaje que quería enviar para no desinflar a los electores de este y a la franja de indecisos.
Entre más cerca este Gutiérrez de Petro, la fanaticada de Federico seguirá soñando que la contienda está reñida y cualquier cosa puede suceder.
Cuando los medios de comunicación toman partido de uno u otro bando es cuando el periodismo se desnaturaliza por el enfoque que le dan a la información. La cual termina con un sabor a queso rancio.
Manipular la información es una de las prácticas perversas de los medios de comunicación, puesto que no se está formando con la verdad al lector, oyente u televidente, que al terminar de escuchar la noticia sale a la esquina a reunirse con los amigos o vecinos a repetir como loro lo que escuchó. Es la desinformación en cadena la que se desata.
En una campaña electoral tan corta como esta, la susceptibilidad florece de una u otra manera, donde amigos por estar en bandos diferentes se vuelven enemigos por defender su candidato.
En otro aparte de la columna Daniel Coronel dice: “El evidente propósito de mostrar que la diferencia entre ellos (Petro y Gutiérrez) se ha estrechado tampoco encuentra respaldo en la encuesta, muy a pesar del esfuerzo retórico y gráfico de Semana. Tal como ustedes pueden verlo en la imagen anterior, la encuesta de marzo 18 establece que Petro tenía 32,1 por ciento de la intención de voto y Gutiérrez 23,2, es decir la ventaja de Petro era de 8,9 por ciento. Trece días después, Petro alcanza 36,5 por ciento y Federico Gutiérrez 24,5. Es decir que Gustavo Petro ha ampliado la ventaja a 12 por ciento sobre Gutiérrez. Una tendencia contraria a la que quiere mostrar Semana”.
Si ese es el comienzo, imagínense cómo será el final.