El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA / UNEP) de la ONU, durante las actividades de conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, anunció que Barranquilla se integra, como nuevo proyecto piloto, a las 22 ciudades de la Generación de Restauración.
El proyecto piloto que se desarrollará en Barranquilla se centra en la revitalización del arroyo León, un importante recurso natural para la ciudad y sus habitantes, implementando estrategias de sostenibilidad.
“Este reconocimiento refuerza nuestra visión de ciudad, que consiste en seguir creando entornos que promuevan seguridad y bienestar para todos los ciudadanos”, afirmó el alcalde Alejandro Char.
El PNUMA / UNEP señala que “gracias al ambicioso proyecto de restauración del arroyo León surgen esperanzas de que este pueda preservarse, recuperarse e integrarse y conservarse en el paisaje de la ciudad. Más allá de eso, la iniciativa tiene como objetivo impulsar una renovación urbana más amplia mejorando la calidad del agua, promoviendo la biodiversidad, protegiendo los recursos naturales y fomentando el bienestar de la comunidad”.
Con este proyecto se busca restaurar el entorno natural del arroyo León, además de proporcionar beneficios tangibles a las poblaciones locales, mejorando su calidad de vida y adaptación ante cambios ambientales.
Los esfuerzos de Barranquilla en la revitalización del ecosistema urbano y su compromiso con la sostenibilidad permiten que la ciudad se destaque junto a otras urbes del mundo, como Mendoza en Argentina, Curitiba en Brasil, Kisumu en Kenia, Overstrand en Sudáfrica y Estambul en Turquía, que también ingresaron al proyecto Generation Restoration Cities.
Dos componentes principales en los que se enfoca el proyecto:
- Fomentar y abogar por la inversión pública y privada en restauración de ecosistemas y la creación de empleo decente a través de Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN).
- Capacitar a los actores de la ciudad (gobiernos; sector privado, ONG/OSC en todos los niveles) en todo el mundo para replicar y ampliar iniciativas de restauración de ecosistemas.
La participación de Barranquilla en este proyecto piloto es un paso significativo hacia la sostenibilidad y la preservación ambiental, sirviendo como un modelo para otras ciudades que enfrentan desafíos similares.