El desgaste de las confrontaciones

Acostado en la cama boca arriba observando el cielo raso pensaba en el tema a escribir para la próxima columna. Por mucho que pensaba no aterrizaba en el asunto a pesar del flujo de noticias que derraman los medios de comunicación en el día. Como si estuviera bloqueado al no encontrar el tema a tratar. Soy de los escritores que antes de sentarme frente al procesador debo tener definido el tema a desarrollar, de lo contrario quedo atrapado en el síndrome de la hoja en blanco.

De repente entra una llamada telefónica al celular vía WhatsApp. Es un amigo que constantemente me consulta sobre el mundo político para estar al día con la menucia de la actividad. Me detengo a escucharlo cuando de repente escucho la frase que me ilumina a encontrar el camino perdido. Lo corto, no sin antes darle las gracias, para sentarme a escribir durante cuatro horas esta nota.

Resuelto el tema las ideas fluyen como un río de aguas diáfanas para plasmar este enfoque el cual el lector pude estar de acuerdo o no. Es la suerte de la columna y para fortuna mía nunca he tratado de convencer a nadie de lo que escribo por una simple intuición: cada quien labra su propia opinión como bien le parezca, y está en todo su derecho. Es la libertad de la que gozo como un ave libre al desplegar las alas para deslizarme por las corrientes de aire para llegar a mi destino.

Tengo que decir que siempre estuve atento a desarrollar este tema de actualidad, pero desafortunadamente se me traspapeló para aplazarlo por un momento, pero gracias al amigo de la llamada lo retomo para conversar con los lectores sobre las próximas elecciones congresionales a realizarse en el mes de marzo de 2026 donde se elegirán los nuevos congresistas para un periodo de cuatro años.

La información es abundante y lo cierto es que los partidos de derecha en el Atlántico andan intranquilos y haciendo cábalas de lo que pueda suceder en las próximas elecciones. Por momento se les ve sudando a chorro al saben que se juegan el pellejo de la sobrevivencia, toda vez que si se equivocan en mover las fichas desaparecen en el manejo del erario, su gran botín. De esta manera se han enquistado en el poder al repartirse a pedazos miles de millones de pesos para hacerle elegir con el fin de estar en la primera línea de la repartición del poder: jugosos contratos e importantes cargos es la razón de ser de su elección, sin importar el costo, la cual es multimillonario.

De los nueve senadores y ocho representantes por el departamento varios no estarán en la contienda de 2026 por muchas razones. Una de ellas es el desgaste sufrido por el enfrentamiento con el presidente Gustavo Petro, el cual terminó pasándole factura de cobro al retirarles jugosos contratos e importantes cargos a nivel nacional que disfrutaban de gobiernos anteriores. Es el cofre del que tiraban mano para financiar sus campañas reeleccionistas. Sin el botín de financiación su permanencia en el Congreso de la República es incierta, al tener que exponer su patrimonio familiar y el de amigos a una nueva elección con el riesgo latente de perder, por los elevados costos que representa una candidatura al Senado de la República, donde la principal fuente de captación es la compra de voto, tanto en la calle como en la Registraduría.

Con el tiempo encapotado un rumor galopa velozmente por los mentideros políticos de la ciudad en el que se asegura que el presidente del Congreso de la República Efraín Cepeda (130.269 votos), no aspirará a una nueva reelección. El más desgastado de los congresistas del Atlántico por los constantes enfrentamiento con el jefe de Estado al que ha alzado como un trofeo olímpico por lo que representa el dirigente conservador para la política tradicional. El segundo que no insistirá en la relección es Mauricio Gómez Amín (86.333), por el partido Liberal, otro de los opositores al Gobierno Nacional sin mucho ruido. Se le ve hablando por los medios de comunicación, pero en la comisión y plenaria del Senado guarda completo silencio, como si se le olvidara a última hora lo a exponer.

En Cambio Radical el clan Char cambia de alineación. A Senado se perfila como uno de los favoritos a reemplazar al exsenador Arturo Char (102.121), investigado por la Corte Suprema de Justicia por el caso de Aida Merlano, el exrepresentante César Lourdy, quien renunció a la presidencia del Consejo Nacional Electoral para no inhabilitarse para 2026. Sin caudal electoral y sin poder económico que lo respalde es uno de los hombres de confianza del jefe natural Fuad Char, por lo que se da por seguro será uno de los fijos en la lista a Senado. Aspira a un tercer periodo Antonio Zabaraín (99.922), a quien no se la visto más imitar el estilo de hablar del exsenador Roberto Gerleín (q.e.p.d.). Zabaraín es un aliado fuerte del clan Char con músculo económico propio.

Por los lados del partido de la U repite en solitario por Atlántico el senador José David Name (107.169), aliado del Gobierno nacional, quien no ha encontrado un aliado que lo ayude a repartirse las cargas en el partido. Por el Centro Democrático repite el senador Carlos Meisel (53.347), en oposición al Gobierno del presidente Petro.

Entretanto, por el partido Liberal repite por la casa Ashton Laura Fortich (67.915), de poca participación en el Senado. No aspira a la reelección Claudia Pérez (110.318), cuñada del exsenador Eduardo Pulgar, su lugar será ocupado por su esposo el exdiputado Freddy Pulgar. En el Pacto Histórico, en camino de convertirse partido único, repite el senador Pedro Flórez, cuota del ministro del Interior Armando Benedetti y aspira a estar en la lista el Representante Agmeth Escaf.

Por los lados de la Cámara de Representante los cambios son menores. De los ocho Representantes unos no aspiraran a la reelección, mientras que el resto está en campaña. Por el lado de los conservadores aspira a la reelección el eterno Armando Zabaraín (54.751) de la casa Cepeda; por partido Liberal, aspira a la reelección Jezmi Barraza (87.808), hija del diputado por Cambio Radical, Sergio Barraza y Dolcey Torres (58.794), del clan Torres.

Por el clan Char aspira a la reelección Betsy Pérez (64.556), cuota del exsenador Luis Eduardo Díaz-Granados; Gersel Pérez (74.553), aspira dar el salto a la Cámara Alta y Modesto Aguilera (70.596), pasará de agache en estas elecciones, por orden del jefe natura Fuad Char, hasta que se resuelva su situación jurídica ante la Corte Suprema de Justicia que lo investiga por el presunto delito de abuso sexual. Varios nombres de concejales suenan para reemplazar a los dos Representantes: Samir Radi, Rachid Correa Maloof, sobrino del exsenador Dieb Maloof, Juan D. Abisanbra y Estefanel Gutiérrez.

Entretanto, el partido de la ‘U’ y el Centro Democráticos y movimientos minoritarios con personería jurídica vienen conversando para inscribir una lista multipartidista con posibilidades de alcanzar una credencial. Hay varios nombres sobre la mesa el de los exconcejales Óscar David Galán, Rubén Marino y Alejandro Munárriz.

Por los lados de las comunidades negras las diferencias entre el presidente del movimiento Demócrata Colombiano Adán Torres y la Representante Ana Monsalve, se agrandan aun más. Lo que si tiene asegurado la congresista es que el movimiento no le expedirá el aval para su reelección, por lo que esta anda afanada en que se apruebe el proyecto de ley del transfuguismo, a dos debates de convertirse en ley de la República, para quedar liberada de dicha organización y aspirar a la reelección por otra organización política.

En lo que se sabe hasta el momento del movimiento político en los diferentes partidos en el departamento de Atlántico.

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