Estrategia fallida

Los últimos resultados revelados sobre la criminalidad en la ciudad y el Área Metropolitana dejan mal aparcado a la administración distrital por la forma como enfoca el problema para no resolverlo. La solución no es operativa y mucho menos de logística sino de capacidad en los centros carcelarios, donde el hacinamiento es infrahumano.

El principal escollo que encuentran los fiscales de conocimiento para aplicar con rigor la ley es la falta de disponibilidad de cupos en las cárceles de la ciudad para privar de la libertad al capturado por un presunto delito cometido. Al no existir la reserva el acusador termina concediendo al aprehendido el beneficio de casa por cárcel las veces que sean necesarias. Es la constante que encontramos en la policía al recapturar al antisocial para ponerlo nuevamente a disposición de un fiscal de conocimiento. El mal ha desgastado y desprestigiado el sistema, al seguir suelto el delincuente.

El alcalde Char conoce perfectamente la situación, los fiscales de la Unidad de Reacción Inmediata -URI- también y el ministerio de Justicia es consciente de la debilidad del sistema, el cual aprovecha el delincuente para seguir delinquiendo. En fin, es el hazmerreir de los antisociales.

La seguridad al igual que la salud se convirtieron en un negocio muy lucrativo para pocos. Los hospitales y clínica no les interesa curar la enfermedad al paciente porque dejarían de ser rentable. Lo mantienen establece con medicamentos a bajo costo y con citas medicas permanente para justificar la facturación. Es la razón por la cual los centros asistenciales permanecen atiborrado de usuarios y tiempo después no sienten que su estado de salud mejore, todo lo contrario, se deteriora a medida que va envejeciendo, para de esta manera se cumpla el objetivo del negocio. Es la fórmula de la muerte, donde finalmente el paciente es internado y el sistema facturando.

El mismo sistema se replica en el tema de seguridad donde el alcalde y el gobernador prefieren destinar recursos del presupuesto a la logística de la policía para perseguir y capturar a delincuentes, sabiendo que el resultado es flor de un día, al pasar la situación a un fiscal de conocimiento, que finalmente lo deja en libertad por el hacinamiento asfixiante en las cárceles de la ciudad, el cual es del 372%.

Los medios de comunicación informan sobre la captura de delincuentes, pero nunca lo hacen cuando estos son liberados con la misma rapidez con la que fueron aprehendidos. Es el juego del gato y el ratón, al continuar los operativos de capturar y recapturar a delincuentes, que en cuestión de horas o días es dejado en libertad.

La captura del delincuente es ganancia para las autoridades al justificar la inversión, pero cuando es liberado pierde el erario la financiación. Y para recapturarlo debe recurrir a mas recursos económicos. Es la situación que nunca explican las autoridades.

El alcalde Char y el gobernador Verano no han tenido voluntad de incluir en sus planes de desarrollo una solución al hacinamiento en las cárceles del departamento, sabiendo de antemano que es responsabilidad absoluta del ministerio de Justicia, pero cuando existe interés la cooperación fluye para resolver el problema, el cual no da espera. La percepción es que no se ha hecho la diligencia en este gobierno como tampoco se hizo en el de Santos y en el de Duque.

La propuesta que tuvo eco fue la lanzada por Alex Char, cuando aspiraba a la primera reelección, al comprometerse sacar del corazón del barrio el Bosque la cárcel distrital para construir en el lugar la primera universidad pública de la ciudad. Pura paja. Ni universidad ni nueva cárcel. Nunca ha sido prioridad matar la gallinita de los huevos de oro.

La decisión del gobernador Verano de entregar, como si fuera dinero de bolsillo, al alcalde Char el recaudo de la Tasa de Seguridad, en lo que respecta al Área Metropolitana, para combatir la delincuencia ha sido una decisión desacertada y falta de tacto a pesar del concepto de las autoridades al señalar que la decisión es acertada. Finalmente, los resultados están a la vista y la delincuencia antes de disminuir, con la nueva inyección económica, ha aumentado exponencialmente al conocerse el acumulado del año a corte del 31 de octubre, donde 667 personas fueron asesinadas y el hacinamiento carcelario es del 327%.

Si el gobernador Verano y el alcalde Char insisten en seguir malgastando los recursos de la Tasa de Seguridad en logística y operativos de la policía para perseguir y capturar a los delincuentes estaremos ante el mas grande detrimento económico de las finanzas del departamento al conocerse plenamente el problema, el cual se le viene aplicando medicamentos equivocados para no curarlo. Entretanto, el sistema sigue chupando.

Mientras no se habiliten nuevos cupos carcelarios en las penitenciarias de la ciudad las estrategias del alcalde Char de reducir la criminalidad será un pajazo mental para seguir despilfarrando los dineros de la Tasa de Seguridad. Por lo que es prioritario ponerse a disposición del ministerio de Justicia para acordar una estrategia conjunta que permita destinar los recursos de la contribución en ampliar la capacidad carcelaria del distrito y el departamento, para no seguir con la pantomima de malgastar los dineros en estrategias que no han funcionado, por los resultados conocidos.  

Sería más provechoso para la policía al mostrarse más efectiva y para los fiscales de la URI al privar de la libertad al mayor número de delincuentes por el hecho de disponer de cupos en las cárceles para el encerramiento de los capturados.

La estrategia de invertir millonarias sumas de dinero en logística a la policía para perseguir y capturar al delincuentes es la más grande dilapidación de los dineros públicos al no priorizarse el problema que se origina en las cárceles y no en la calle. De seguir con la táctica del gato y el ratón seguiremos viendo más de lo mismo: delincuentes capturados y fiscales liberándolos.

POR CARLOS HERRERA DELGÁNS(*)

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