POR CARLOS HERRERA DELGÁNS(*)
En el mes de noviembre de 2023 el alcalde electo de la ciudad en un acto público sorprendió a los asistentes al levantarse de golpe de la silla y sujetando en la mano izquierda un cartel de fondo blanco y con la fotografía impresa a todo color de cuatro hombres que lo acompañarán en la tarea de combatir a brazo partido el segundo flagelo, después de la corrupción, que azota a la ciudad: la inseguridad.
Nombres como el de Yesid Turbay, exsecretario del interior del departamento; Julio César González, mayor general (r); Mariano Botero Coy, mayor general (r) y Tahir Rivera Suescún, coronel, comandarán las estrategias de seguridad en compañía de la Policía Metropolitana para repeler el accionar de los delincuentes que en la noche como en el día operan para dejar un reguero de muertos en el camino.
Los cuatro fantásticos, como se les llamó en su momento a los designados, fueron presentados oficialmente para enviar un mensaje claro y contundente a las organizaciones criminales que operan a lo largo y ancho de la ciudad y el Área Metropolitana al librar a plena luz del día una batalla sanguinaria por el control del negocio del narcotráfico. La delincuencia común, al aprovechar el caos institucional, también fue notificada.
Posesionado el alcalde nombró ipso facto a Yesid Turbay, jefe de la Oficina de Seguridad y Convivencia Ciudadana; Julio César González, mayor general (r), Alto Consejero para la Seguridad; Mariano Botero Coy, mayor general (r) y Tahir Rivera Suescún, coronel, asesores de la Alta Consejería para la Seguridad para enfrentar el fenómeno perturbador del orden publico en la ciudad. Muchos se atrevieron asegurar por adelantado que los resultados estaban garantizados a fin de devolverle la tranquilidad a la ciudadanía arrebatada por la ola de crímenes y atracos a cualquier hora del día y de la noche.
Entretanto, las cárceles en la ciudad están rebozadas. Razón asiste a los fiscales de la URI al conceder al delincuente capturado el beneficio de casa por cárcel al no existir la disponibilidad en los centros carcelarios para privarlos de la libertad. Siempre se ha comentado que el talón de Aquiles del sistema penitenciario es la falta de un nuevo centro de reclusión de gran capacidad o la construcción de nuevos pabellones en las existentes para ampliar la cobertura carcelaria. Es una alternativa que han subestimado las autoridades para descongestionar el cuello de botella que hace aguas el sistema penal acusatorio al no responder a la demanda de aprendidos.
Para enfrentar el fenómeno diabólico el alcalde Alex Char en asocio con el gobernador Eduardo Verano acordaron a puertas cerradas que los recursos de la Tasa de Seguridad del departamento, en lo que tiene que ver con el Área Metropolitana, pasaran a ser administrados por la Alcaldía distrital. Los primeros $78.000 millones de este años se giraran en cuatro partidas iguales. La primera en el mes de abril, la segunda en julio, la tercera en octubre y la cuarta en diciembre. Decisión que molestó a los alcaldes de Soledad, Malambo y Puerto Colombia y a los diputados al no consultárseles de la decisión tomada. Desde entonces, la picazón en la piel permanece con la sensación de rascarse.
Al recibir el primer desembolso el alcalde Char entregó en el Gran Malecón la primera dotación a la Policía Metropolitana: 409 motocicleta de alto cilindraje, 30 camionetas y 50 radios de comunicaciones para poner andar la operación mas ambiciosa que se halla diseñado con el fin de desmantelar las organizaciones criminales y delincuencia común que operan en la zona.
Diez meses después del gran anuncio que rugió como león de selva, los 4 fantásticos contra la inseguridad no han producido los resultados esperados por el gobernador Verano, el alcalde Char y la ciudadanía en general, al recrudecerse el accionar de las bandas criminales para seguir sembrando el terror en las calles de la ciudad y el Área Metropolitana. Mas grave aún, el ajuste de cuentas se mantiene y el sicariato haciendo de las suyas al dejar un reguero de muertos a cualquier hora del día y de la noche tanto en la ciudad como en los municipios.
Transcurrido los primeros diez meses del año la capital del Atlántico registra más de 620 homicidios. La estrategias del alcalde Char de rodearse de asesores militares del mas grande rango no ha incidido para desmantelar el accionar de los delincuentes, que pareciera conocer de memoria los movimiento de las autoridades para dar el siguiente golpe. ¿Fallas en la estrategia de seguridad o las condiciones en las cárceles no están dadas para el encarcelamiento de los capturados, al quedar libres por orden de un fiscal?
Cada vez que paso por las instalaciones de la URI de la calle 41 entre carreras 41 y 43 veo desembarcas de los vehículos de la policía capturados esposados por diferentes delitos, lo que me permite presumir que las autoridades de policía cumplen a cabalidad con su función de perseguir y capturar a los antisociales. La gota que rebozó el vaso es el sistema carcelario donde el hacinamiento es asfixiante e infrahumano, de ahí que los fiscales de la URI no vacilan en dar al capturado el beneficio de casa por cárcel. De nada vale al gobernador Verano girar al alcalde Char los recursos de la Tasa de Seguridad para invertirlos en equipamiento a la policía cuando las cárceles están repletas de delincuentes sin resolverse aún su situación jurídica. Mientras no se resuelva el problema de hacinamiento en los centros carcelarios la plática que pagan mensualmente los usuarios en la factura de energía eléctrica por concepto de Tasa de Seguridad se malgastará en equipamiento a los uniformados cuando realmente la solución no es operativa sino de capacidad en los centros carcelarios.
De persistir la estrategia de invertir los recursos de la Tasa de Seguridad en logística para las operaciones policiales estaremos antes el más grandes despilfarro de los recursos públicos por la temeridad del gobernador Verano y el alcalde Char de creer que el pasto es rojo cuando la ciudadanía aseguraba que es verde.
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*Periodista y Escritor