Zanahoria y garrote

La maquinaria de la oposición funcionó como un relojito. Llegaron a la plenaria del Senado de la República libreteados. Desde las curules se miraban los rostros esperando la señal para proceder a votar para hundir el proyecto de la consultar popular del presidente Gustavo Petro. Entretanto, las mayorías del Gobierno Nacional se distrajeron en lo elemental para reaccionar una vez el presidente de la corporación Efraín Cepeda dio la orden de cerrar la votación. En menos de dos minutos se consumo lo orquestado para definir el destino de la iniciativa. Desde entonces, el ministro del Interior busca responsables.

Según Armando Benedetti los votos para sacar adelante el proyecto de la consulta popular estaban garantizados por el trabajo previamente realizado con las diferentes bancadas. Fue el palabrero del Gobierno Nacional para echar pa’ lante la iniciativa. Se hablaba de 54 votos bajo la manga suficientes para asegurar la aprobación del proyecto de ley y de esta manera salvar la frustrada reforma laboral hundida en la Comisión VII del Senado. Finalmente, el resultado fue otro, 47 votos por el ‘SI’ y 49 votos por el ‘NO’. ¿Qué pasó realmente?

Sentado y reposado, luego del altercado que tuvo con el secretario de la corporación al que señaló de cometer fraude, el ministro Benedetti repasa la estrategia y encuentra fisuras por donde se filtro la oposición. Muchos senadores con los que dialogó anticipadamente quedaron en el aire al no concretarse el respaldo a la iniciativa. Salieron borrachos de tanta palabrería y con telarañas en el estómago. Caso de los tres senadores del MIRA al terminar votando por el ‘NO’ ante la falta de decisión del ministro.

Igual aconteció con dos senadores indecisos de la ‘U’, Norma Hurtado y Juan Carlos Garcés, al terminar votando por el ‘NO’ para enviar un claro mensaje al Gobierno Nacional que sus votos también definen. Tampoco se aseguró el voto del senador Richard Fuelantala de AICO, al dejarlo en el aire, después de palabrearlo. Terminó votando por el ‘NO’.

Dos votos seguros en la mochila de minInterior eran de las senadoras Marta Peralta del PH y Angélica Lozano de la AV, quienes se ausentaron misteriosamente de la plenaria al no votar. Peralta argumento a última hora sentirse indispuesta y Lozano salió atender una entrevista de un periodista. De esta manera se le esfuma de las manos al Gobierno Nacional el triunfo del ‘SI’, cuando todo estaba cocinado para que se diera. 55 votos proyectados de los cuales el ministro Benedetti garantizaba 54 por el trabajo realizado. Previamente antes de iniciarse la sesión la senadora Paloma Valencia (CD), envió un comunicado, antes que amaneciera, al presidente del Senado para que se modificara el orden del día con el fin de que se iniciara la discusión votando el recurso de apelación para revivir la discusión de la frustrada reforma laboral. Jugada que tomó por sorpresa a las mayorías del Gobierno Nacional al revirar al presidente de la corporación Efraín Cepeda que termino por no ceder a la reclamación. Fue el instinto de la oposición al atacar desde el primer minutos para asegurar que la iniciativa del Gobierno Nacional naufragara.

Puesta la carnada en el anzuelo los defensores de la iniciativa terminaron enganchados y anestesiados para que la oposición reclamara el premio mayor. Sometida a votación la apelación de la reforma laboral obtuvo 68 votos para revivirla y continúe, con respiración artificial, la discusión, esta vez no en la Comisión VII sino en la IV donde el gobierno nacional no cuenta con una mayoría sólida para asegurar su aprobación.

Entregada la zanahoria la estocada final estaba cocina para servir y de esta manera fulminar la rebeldía de las mayorías del Gobierno Nacional. En un abrir y cerrar de ojos la malicia del presidente de la corporación ordenó abrir el registro para la votación y cuando observó en el tablero electrónico el comportamiento de la esta ordenó al secretario cerrarla. No transcurrieron dos minutos desde entonces para definir el destino de la consulta popular. Cepeda atento a los movimientos de las mayorías del Gobierno Nacional actuó como un rayo para ganarle el pulso, como buen  ajedrecista, al ministro Benedetti, que desde entonces se encuentra confundido. Deseaba que la tierra se abriera y se lo tragara por el mal momento que atraviesa.

La zanahoria entregada al Gobierno Nacional luego de revivir la discusión de la reforma laboral es un espejismo de desierto, al tener al claro que la oposición es alérgica a la iniciativa bajo el argumento que atenta contra el funcionamiento de las empresas y que finalmente esta no termina creando más puestos de trabajo para reducir la informalidad.

La comisión designada para abrir la discusión de la reforma laboral en su tercer debate es la Cuarta donde el Gobierno Nacional no cuenta con la mayoría para decidir su aprobación. De los 15 senadores que la integran necesita por los menos el apoyo de 8, los cuales no los tiene ni es fácil conseguirlos por la posición de la oposición al estar cruzada en el camino como vaca muerta. Es la discusión que se abre para definir el futuro del proyecto.

Hay que decir, que la estrategia del Gobierno Nacional falló en los últimos minutos de abrirse la votación al no controlar a los senadores a la hora de sufragar. Se distrajo el ministro Benedetti con su equipo de trabajo para dar el ‘papayón’ que esperaba como felino en el matorral el presidente de la corporación Efraín Cepeda para dar la señal a la oposición de actuar para producir los resultados ya conocidos. Nuevamente la tortuga gana a la liebre.

Duro golpe sufre nuevamente el gobierno del presidente Gustavo Petro al hundirle la oposición una de las iniciativas más trabajadas y a la que le tenía mayor cariño por lo que representaba para la democracia popular. Se anuncian protestas, caminatas y hasta cabildos abierto para desahogar el intenso dolor que se siente al perder una batalla más por los derechos de la clase trabajadora. Sin embargo, la lucha continua. El presidente Petro anunció que insistirá con la propuesta al presentarla nuevamente al Senado de la República.

Entretanto, los tiempos se le acortan al gobierno para solucionar problemas puntuales en las regiones donde no ha llegado a colocar la primera piedra desde que se posesionó como presidente de la República. No solamente la salud, pensión y laboral son prioritarios para el Gobierno Nacional sino también deben serlos otros reglones que requiere la intervención urgente del jefe de Estado para solucionar muchas de sus desgracias. No solo de discursos vive el pobre.

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Periodista y escritor

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