PURAPOLÍTICA – POR CARLOS HERRERA DELGÁNS
Uno de los escuderos del candidato Gustavo Petro es el senador Gustavo Bolívar. Para unos habla más de la cuenta, mientras para otros es un mimado del candidato presidencial, el cual se cree un intocable.
Muchos en las huestes petristas le han enviado mensajes a su teléfono celular y personalmente se lo han recalcado, que sea prudente al momento de escribir por las redes digitales para no revolver las aguas, embravecidas por estos días por la actual coyuntura electoral.
En el día de ayer Bolívar trinó en su cuenta en twitter escribiendo lo siguiente: “El candidato a vencer no es Duque II, ni Fajardo, ni Rodolfo, ni Ingrid. Es otro más poderoso: el miedo a Petro”.
Petro no solamente enfrenta el miedo de miles de electores por su candidatura, sino también el antipetrismo, alimentado por la derecha y el temor que percibe el sistema económico del país con solo pensar que este gane las elecciones presidenciales e implemente las propuestas que viene enarbolando.
Un claro ejemplo de ese temor es el que experimenta la gente por la situación convulsionada que viven los países de Venezuela, Nicaragua, Perú y recientemente Chile, gobernados por presidentes de ideología de izquierda. La gente ante esa incertidumbre de cuál de los candidatos en contienda representa el cambio y cuál el continuismo, ha preferido esperar para definir con cabeza fría cuál de ellos merece su apoyo.
Desparasitar, como pretende Petro, el presupuesto General de la Nación para que la economía del país disfrute de una mejor salud, es lo que incomoda a las cinco familias que han manejado el país en los últimos cien años. A ningún felino le gusta que lo molesten cuando disfruta de su presa.
Las elites tienen un estribillo que los seduce: “Que todo cambie, pero que todo siga igual”. Así han gobernado el país a imagen y semejanza de sus intereses económicos.
El miedo, el antipetrismo y el sistema económico de las elites son los principales rivales que tiene al frente el candidato del Pacto Histórico, puesto que estos los encarna el candidato del continuismo, y a eso es a lo que se enfrenta Petro. Nada fácil de sortear a pesar de estar liderando las encuestas de intención de votos. En el camino cualquier imprevisto puede presentarse.
Han manifestado los analistas que, si Petro mantiene el ritmo de su propuesta, en el sentido de convertir el inconformismo de la gente en entusiasmo tendrá la posibilidad de ganar en primera vuelta presidencial, por la coyuntura que se viene dando de que la maquinaria cada vez se agrupa más. Entre más se unan más rápido se les derrota. La experiencia así lo indica.
Gutiérrez y Fajardo esquivando la foto con Uribe
El mea culpa del expresidente Álvaro Uribe en la reunión del pasado 15 de marzo con las bancadas y directivas del Centro Democrático, fue una de sus estrategias políticas. El exsenador se mueve como pez en el agua ante las crisis. En pocas palabras dijo que se responsabilizaba de la debacle del partido por los resultados obtenidos en las elecciones del pasado 13 de marzo, donde perdieron seis curules en el Senado y dieciséis en la Cámara de Representantes.
Intervenciones más, intervenciones menos, el expresidente escogió, no la presidenta del partido Nubia Stella Martínez, un comité político de transición, para hacerle frente a la crisis, integrado por los senadores electos Miguel Uribe Turbay, María Fernanda Cabal, Alirio Barrera, Paloma Valencia y el Representante Óscar Darío Pérez, con el fin de realizar una consulta popular virtual con la militancia y simpatizantes del Centro Democrático para establecer el nombre del candidato a apoyar, menos Petro, en la primera vuelta y armar una alianza multipartidista con candidatos de derecha y centro para enfrentar a la izquierda democrática liderada por el candidato del Pacto Histórico.
Tres días después de habilitar la urna virtual, solamente habían votado 28.000 militantes de 600.000 que reposan en la base de datos del partido, por lo que el expresidente dio la orden para que se extendiera el periodo de votación.
A la fecha no se conocen los guarismos de ese proceso interno. Lo que logramos averiguar una vez culmine la Semana Mayor las directivas del partido uribista darán a conocer oficialmente los resultados para saber a qué candidato presidencial apoyarán.
Para los entendidos el proceso adoptado por el partido es innecesario, desgastador y estresante, toda vez que la organización está identificada con la candidatura de Federico Gutiérrez, mucho antes de las elecciones del pasado 13 de marzo. Eso está más que definido, falta únicamente que lo oficialicen.
El comité escogido realizó la tarea sin mucho éxito, puesto que con los candidatos con los que dialogaron, Sergio Fajardo, Ingrid Betancourt, Rodolfo Hernández, Federico Gutiérrez etcétera, ninguno estuvo de acuerdo, por el momento, en aliarse para enfrentar al candidato de la izquierda.
La respuesta dada por los candidatos es interpretada por analistas políticos en el sentido de que estos prefieren estar distante del resplandor del partido de gobierno y de su jefe natural para no ser blanco de críticas enconadas de electores y opositores. Caso reciente de la candidata Ingrid Betancourt, que una vez anunció reunirse con el expresidente Álvaro Uribe, le cayeron sin compasión alguna.
Lo cierto es que ningún candidato presidencial quiere tomarse la foto con los integrantes del partido Centro Democrático y menos con su jefe natural el expresidente Álvaro Uribe, para no quedar con el olor a chamuscado.
No es un pájaro, es el ‘Super’ secretario General
Desde que la gobernadora Elsa Noguera entregó el manejo absoluto de la contratación pública de la Gobernación a Raúl Lacouture, secretario General, el funcionario no mira hacia los lados, sino que se encierra a inverna en su confortable oficina para atender a los que él considera que son de sus afectos. Situación que le ha traído serios inconvenientes por su arrogancia e intransigencia. De ahí que muchos funcionarios de la Gobernación lo llamen el ‘Super’ secretario.
Con el primer funcionario que tiene serias diferencias es con el secretario Privado Guillermo Polo, primo hermano de la gobernadora, a quien Lacouture tiene bloqueado y sin ningún manejo en la administración departamental. Muchos dicen que terminó quemándolo.
Polo que prometió a diestra y siniestra en plena campaña de Elsa Noguera a la Gobernación ayudar a sus amigos políticos una vez estuvieran en el poder, no ha podido hacerlo por la talanquera puesta por el ‘Super secretario’.
Situación, dicen muchos de sus amigos, se arropa Polo para seguir añejando la falacia.
También el ‘Super’ secretario tiene serias dificultades con los diputados David Ashton, Federico Ucros y Sergio Barraza, a quienes los tiene cruzando el desierto en pantuflas. No lo encuentran por ningún lado. No responde a las llamadas que le hacen y menos los atiende en su oficina.
De ahí que Barraza haya criticado, en plenaria de la duma, la inversión de 210 mil millones de pesos que pretende ejecutar la gobernación para ampliar la carrera 51b del distrito.
“Hay 23 municipios que hoy tienen mayores necesidades en materia de movilidad, por lo que no se justifica que la inversión esté destinada para el norte de la ciudad, cuando hay prioridades en otras carreteras”, dijo Barraza.
Para adornar su gestión, el ‘Super’ secretario ha incorporado a la planta de contratistas de la Gobernación, Orden de Prestación de Servicios (OPS), una nómina de personas del departamento de la Guajira que no votaron por la gobernadora por no residir en la ciudad, privando de esta manera a líderes y personas de la provincia del departamento que sudaron la camiseta de la campaña, pero que hoy están en el físico pavimento. Las cosas del poder.
POR CARLOS HERRERA DELGÁNS