Durante más de un año, enfrentaron las inclemencias del tiempo en una casa sin techo, hasta que el Sena Atlántico, a través de su Nodo de Construcción, desató un verdadero acto de solidaridad y habilidad técnica para brindarles un hogar renovado.
Gracias a Dios y al Sena hoy tengo una casa nueva, una bendición”: dice Ana Cortés, quien junto a su familia, residentes en el barrio El Bosque, sur de Barranquilla, vivió durante varios años una verdadera odisea.