La cara oculta de la campaña (II)

           El exsenador Fuad Char y el candidato al Senado César Lourdy. Foto: Cortesía.

CRÓNICAS POLÍTICAS – Por: Carlos Herrera Delgans

A escasos días del debate del 13 de marzo, la campaña electoral pocón, pocón. Los candidatos brillan por su ausencia. Muchos se han atrevido a afirmar que por acá no los han visto ni en las curvas.

Los postes en esta ocasión no han sido embadurnados de afiches, no hay paredes pintadas con los nombres y números de los candidatos, no se ven los jóvenes repartiendo volantes en las calles ni jingles sonando en las emisoras, eso sí, los ‘mochileros’ no han dejado de visitar a la clientela para sobornarla a que sufrague por el candidato financiador, por miserables sesenta mil pesos (valor del sufragio en el mercado por la formula), para posteriormente llevarlos como ganado a votar.

En esta campaña electoral extraña, la compra y venta de votos mutó: las visitas son personificadas, las reuniones reducidas, los candidatos ausentes en los barrios y el río de dinero no ha corrido como en elecciones anteriores, pero tarde o temprano saldrá, dice la mayoría consultados, por aquello que el elector no vota si no ve el incentivo.

Es lo que vemos en los debates electorales, gente, desde tempranas horas de la mañana haciendo largas e interminables filas, esperando el turno para ingresar al puesto de votación a ejercer el derecho constitucional a votar. Para muchos la expresión suena romántica, para otros es la más perversa y miserable práctica de humillación humana, puesto que el elector es conducido a ciegas a sufragar por determinado candidato, por el cual no sienten la mínima simpatía. Así funciona el negocio.

Sería injusto meter en la misma mochila a todos los candidatos en semejante práctica monstruosa, por lo que es oportuno resaltar el esfuerzo que vienen realizando los movimientos y partidos alternativos que tratan de interpretar la construcción de un mejor país, diferente a la compra de conciencias.

Fisuras en Cambio Radical

En esta segunda crónica el turno es para el partido Cambio Radical, conducido en este departamento por el Clan Char, el cual lidera su más representativa figura, el exsenador Fuad Char, último de los sobrevivientes caciques políticos de la región, quien ha logrado construir y consolidar con sus hijos Alejandro y Arturo, una maquinaria política inderrotable, que por donde transite los árboles empiezan a deshojarse, como en plena temporada de otoño. 

De esa manera, han doblegado y arrodillado al resto de partidos políticos en el departamento, que han preferido ser sus aliados que enfrentarlos en una contienda electoral, donde saben no tener ninguna posibilidad de vencer. No es para menos. El poder económico que ostentan es colosal, por el derroche de dinero que invierten en las campañas. De ahí que hayan alcanzado por cuatro períodos consecutivos la Alcaldía Distrital, la Gobernación en las elecciones pasadas, doce alcaldías en el departamento, diputados y un sinnúmero de concejales, lo que los hace una organización temible de enfrentar.

Para la muestra un botón. En las elecciones de 2018, el Clan Char demostró para que tiene el poder, recordando la frase del expresidente liberal Darío Echandía: “¿El poder para qué?”, armó una lista a la Cámara de Representantes combinada, figuras nuevas llevadas de la mano por la experiencia de otras.

Integraron la lista César Lourdy, José Amar, Modesto Aguilera, Karina Rojano, Lilibeth Llinás, Víctor Escorcia y Milagros Sarmiento. Cuatro de los cuales hacían sus pininos en la actividad. Muchos la llamaron la lista de la muerte, por los apoyos que estaban detrás de ellos, lo que obligó al resto de listas a hacer un mayor esfuerzo económico para mantener la representación en el Congreso de la República o en el mejor de los casos, llegar por primera vez.

Caso de César Lourdy, José Amar, Karina Rojano y Milagros Sarmiento. Figuras sin trayectoria y experiencia política y sin ningún caudal electoral. La magia no estaba en ellos, sino en sus respaldos. Al final del debate, se vieron los votos y la chequera de quienes los apoyaron.

Desgranando la lista encontramos los secretos ocultos de esas candidaturas. Los pupilos directos de los Char eran César Lourdy, formula del senador Arturo Char y Modesto Aguilera, hombre de confianza del exsenador Fuad Char, de quien se dijo en su momento recibió el apoyo electoral de senadores, diputados y concejales de otros movimientos políticos, recayó la maquinaria electoral; José Amar, formula del senador Luis Eduardo Díaz Granados, apoyado, para la época, por el alcalde de Soledad, Joao Herrera Iranzo e importantes dirigentes del departamento y Karina Rojano, formula de Antonio Zabaraín, hija del exconcejal más votado en la historia política de Barranquilla, Carlos Rojano Llinás, quien obtuvo en las elecciones locales de 2015, 34.677 sufragios, en la lista del Partido Conservador; Milagros Sarmiento, exsecretaria de Desarrollo Económico del departamento, que a última hora la obligaron a desmontar su candidatura.

Entretanto, los dos candidatos con más experiencia política en la lista, Lilibeth Llinás, exregistradora y hermana del exdiputado Adalberto Llinás y Víctor Escorcia, exalcalde de Malambo, lograron votaciones aceptables, pero no suficiente para salir electos. Llinás obtuvo 47.588 votos y Escorcia 22.030 sufragios. Mientras que Milagros Sarmiento, quien había renunciado a su candidatura, pero su nombre apareció en la tarjeta electoral, obtuvo 14.372 votos. Por el logo sufragaron 42.489 votantes.

Al terminas el preconteo, la lista obtuvo 401.560 votos, lo que le valió para elegir cuatro curules en línea: César Lourdy, 72.171 votos; José Amar, 67.951 votos; Modesto Aguilera, 67.774 votos y Karina Rojano, 67.185 votos.

Mientras eso sucedía en la lista de Cambio Radical, que celebraban con voladores y golpes de tambora, por obtener más del 37% de la votación en general, que fue de 1.082.493 sufragantes, el resto de partidos se repartían el sobrante. El segundo en votación fue el partido Conservador, con 129.431 votos, reteniendo la credencial de Armando Zabaraín; en el tercer lugar, el partido de la U, con 109.813 votos, reeligiendo a Marta Villalba; en el cuarto lugar, el partido Liberal, con 99.694 votos, logrando la curul de Jezmi Barraza; en el quinto lugar, el partido Centro Democrático, con 75.361 votos; en el sexto puesto, el partido Polo Democrático Alternativo, con 21.079 votos, en el séptimo lugar, el partido Mira, con 14.026; en el octavo lugar, partido Unión Patriótica, con 9.355 votos; en el noveno lugar, el partido Alianza Social Indígena, con 7.530; en el décimo lugar, el partido Somos, con 7.344 votos, en el undécimo lugar, el partido Opción Ciudadana, con 4.397 votos y cerrando fila, el partido FARC, con 3.274 votos. Tarjetas electorales no marcadas, 32.442; votos nulos, 97.783 y votos en blanco, 36.626. En total votaron por las listas, 882.864 sufragantes.

Por la plata baila el perro

En la efervescencia de la campaña de 2018, los rumores y las evidencias empezaron a hacer carrera, por lo que se comentaba con mucha vehemencia, que candidatos de otros partidos apoyaron con su caudal electoral la lista de Cambio Radical. Situación que nunca se logró demostrar, pero en la práctica se veía al senador Laureano Acuna, candidato al Senado por el Partido Conservador y Modesto Aguilera, candidato a la Cámara Baja, por el Partido Cambio Radical, compartiendo reuniones a lo largo y ancho del departamento. Las fotografías y videos corrieron por las redes sociales como pólvora en gallinazos, para visibilizar la unión.

Por los guarismos obtenido por Aguilera se dijo insistentemente que el senador Acuña, endosó su capital electoral a la aspiración del candidato de Cambio Radical, a pesar de que el congresista aseguró que su fórmula era Laureano Mesino, del partido azul. Lo mismo hizo (nunca se denunció y demostró), el senador Miguel Amín, del Partido de la U, apoyando la aspiración de Aguilera. Concejales del distrito y diputados de otros partidos, estuvieron también en ese festín de votos cruzados. Que al final no lo eran, sino comercializados.

Sobre esa situación de doble militancia, los partidos afectados nunca recibieron denuncias al respecto para abrir investigación formal contra los indisciplinados. Quedando evidenciado que por la plata baila el perro.

La lista de 2022

En estas elecciones de 2022 Cambio Radical no cuenta con la fuerza electoral de Karina Rojano, puesto que su padre, Carlos Rojano Llinás, aspira al Senado de la República en la lista del partido Liberal; el senador Laureano Acuña, lleva como fórmula en la lista del partido Conservador a Adriana Blanco, mano derecha, en su época, de la excongresista Aida Merlano; Lilibeth Llinás, investigada por la Fiscalía General de la Nación por la presunta compra de votos en la campaña de Aida Merlano, se apartó por el momento de la actividad, mientras resuelve su situación jurídica; Milagros Sarmiento, desapareció del mapa político; Víctor Escorcia, no es candidato en esta oportunidad para repetir o aumentar la votación obtenida y los votos endosados por la administración del exalcalde de Soledad Joao Herrera Iranzo a José Amar, quien se quedó sin músculo electoral en estas elecciones, por decidir acompañar un candidato al Senado diferente al Clan Char. Hasta el logo de Cambio Radical participó de la celebración del triunfo, al alcanzar 42.489 sufragios.

Caudales de votos que sin lugar a duda mermarán la votación obtenida por la lista en 2018, ya que son más de doscientos mil votos que se le esfuman en estas elecciones a Cambio Radical. Es a lo que juegan los movimientos y partidos alternativos para arrebatarle una curul a las huestes charistas, que según las cuentas que proyectan los analistas, alcanzarán a elegir dos curules, con un residuo alto, con la posibilidad de elegir una tercera.

La lista que inscribió Cambio Radical para enfrentar las elecciones del 13 de marzo para retener las cuatro credenciales actuales, es más liviana, poco ruidosa y menos tóxica que la de 2018, pero poderosa por el poder económico y político del Clan Char.

Integran dicha lista Modesto Aguilera, formula al Senado de César Lourdy; Rober Sanjuán, oriundo del municipio de Sabanalarga y hermano del expersonero del distrito Jaime Sanjuán, apoya la reelección de Arturo Char; Gersel Pérez, exdiputado, renunció a su investidura para aspirar a la Cámara Baja en fórmula con el senador Arturo Char; Lourdes González, exsecretaria de Planeación de Soledad, veterana de mil batallas, respalda la reelección de Arturo Char; Betsy Pérez, candidata del senador Luis Eduardo Díaz Granados, quien desistió de aspirar a una nueva reelección por las investigaciones que adelanta en su contra la Corte Suprema de Justicia, formula al Senado de Antonio Zabaraín; José Amar, sin respaldo político alguno y Luz González.

Es el panorama que le espera al Partido Cambio Radical en el Atlántico para enfrentar las elecciones del 13 de marzo, en el que le tocará demostrar una vez más por qué es la primera fuerza política y económica del departamento (Próxima entrega: Partido Liberal: el pulso entre los históricos y los que llegan).