PURAPOLÍTICA – POR CARLOS HERRERA DELGÁNS
El inmenso edificio de frente de mármol, de doce pisos, ubicado en la calle 40 entre carreras 45 y 46, donde funciona el gobierno departamental, solamente se encuentra habilitado el primer nivel para el trámite de servicios de la secretaría de Hacienda, Pasaporte y atender uno que otro ciudadano en la gestión de un servicio.
El ciudadano al llegar a la Gobernación, en especial de la provincia, se encuentra con el primer inconveniente del día: el vigilante de turno le informa que las secretarias de despacho no atienden presencialmente. Sin embargo, este lo hace pasar a la sala de atención al público.
Una vez el ciudadano relata los pormenores de su visita al funcionario encargado este le responde que espere un momento mientras le avisa a la secretaria de la dependencia competente para que autorice a un funcionario a bajar a atenderlo. De acuerdo a la gravedad de la situación lo hacen subir con la mayor restricción.
En esas condiciones funciona la Gobernación del Atlántico, que desde que se oficializó por parte del Gobierno Nacional la emergencia sanitaria a consecuencia de la pandemia de la Covid-19, el acceso a los ciudadanos a la administración pública ha sido restringida y coartado en muchos casos.
El artículo 2° de la Constitución Nacional dice al respecto lo siguiente: “Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo”.
Si de aglomeración se habla, es importante recordarle y no está de más hacerlo a la gobernadora: el comercio en la ciudad y en los municipios funciona normalmente, las universidades y colegios desarrollan el calendario académico en forma presencial, el sector bancario presta sus servicios normalmente, clínicas y hospitales atienden a sus pacientes normalmente, el estadio Metropolitano abre sus puertas por disposición de la Alcaldía Distrital para que los aficionados asistan masivamente a ver los partidos de futbol de la selección Colombia y del equipo Junior y la última, la celebración de la fiesta más importante de los barranquilleros: el Carnaval 2022. Aglomeración a decir no más.
Mantener en restricción, en el tiempo, once de los doce pisos del edificio de gobierno departamental, es una clara violación a lo ordenado en el artículo 2° de la C.N, toda vez que los ciudadanos de las poblaciones apartadas del departamento ven con dificultad la asistencia oportuna, eficiente y eficaz por parte del gobierno departamental.
La gobernadora Elsa Noguera pasa por alto que los servicios que presta la Gobernación son públicos y esenciales puesto que de ellos dependen el bienestar de las comunidades, por lo tanto, estos no pueden ser restringidos injustificadamente en detrimento de la calidad de vida de los ciudadanos, cuando la ciudad y el departamento, según informe del ministerio de Salud, alcanzan la inmunidad de rebaño, ya que más del 90 por ciento de la población tiene aplicada las dos dosis y avanzando exitosamente en la tercera.
¿Gobernadora, qué espera para reabrir las puertas de la Gobernación del Atlántico?
La llegada de un santista a la campaña de Petro
La aterrizada de Alfonso Prada, mano derecha del expresidente Juan Manuel Santos a la campaña del candidato del Pacto Histórico, cayó como un baldado de agua fría en las huestes petrista. No era para menos. El primero que exteriorizó la movida fue el senador Gustavo Bolívar, que en su cuenta en twitter público lo siguiente: “Alfonso Prada es el nuevo jefe de debate de Gustavo Petro bit.ly/3udTnQ5”.
Bolívar tragó en seco con puñitos en la espalda la designación de Prada por los comentarios que había hecho en el año 2017, al referirse de Prada, cuando este era director del Sena en el gobierno de Juan Manuel Santos, de la siguiente manera: “Así roban los que acompañaron a Galán en su lucha anticorrupción. Alfonso Prada se robó el Sena. Contraloría encontró 161 irregularidades. Entre ellas, adjudicó a dedo contrato de 18.000 millones a su esposa. ¡Y Santos echó a la que denunció!”.
La Fiscalía General de la Nación archivó el proceso que seguía contra Alfonso Prada al no encontrar evidencia alguna que lo involucrara en la contratación irregular cuando este ocupó el cargo de director nacional del Sena.
La escogencia del nuevo jefe de debate por el candidato del Pacto Histórico es un claro mensaje que envía para cerrar filas con sectores políticos y sociales para gobernar en los próximos cuatro años y sacar al país de la podredumbre en el que se encuentra, donde la corrupción galopante ha carcomido todos los estamentos de la sociedad.
Petro se acerca más al país político porque sabe que si no lo hace este termina arropando la candidatura de Federico Gutiérrez, que se ha inflado como un globo por la cantidad de adhesiones que ha recibido de la vieja y desgastada maquinaria política, que antes de sumarle sucede todo lo contrario, puesto que la gente los relaciona con el estado de postración en el que se encuentra el país.
No solamente llega Prada, sino todo el santismo en pleno para fortalecer la campaña de Petro. También asomó la cabeza el expresidente liberal Ernesto Samper para sumarse. Y detrás de ellos todo un conglomerado de empresarios e industriales que quieren un mejor país.
De cinco, dos con Gutiérrez
Dos de los cincos partidos políticos tradicionales han oficializado su apoyo al candidato de la derecha Federico Gutiérrez, que no ha escatimado esfuerzo alguno en recibirlos con un abrazo rompe costilla. Mientras que los otros tres esperan pacientemente hacerlo, a pesar que por debajo de la mesa están desde hace rato en la campaña del exalcalde de Medellín.
Los partidos que se han lanzado al agua con Gutiérrez son La U y los conservadores, quienes vienen disfrutando de una prolongada luna de miel con el gobierno del presidente Iván Duque, esperan de Federico, si es elegido presidente, les mantenga la carga burocrática y la feria de contratos.
Los jefes de los otros tres partidos vienen observando los toros desde la barrera a pesar de que su militancia y bancada ya definieron a que candidato arrimarse. El Partido Liberal, Cambio Radical y Centro Democrático oficialmente no lo han hecho, pero no hay que serlo para parecerlo.
En el Partido Liberal doce de los quince senadores electos han manifestado que simpatizan con Federico Gutiérrez y lo más probable es que después de la Semana Mayor oficialicen el respaldo, mientras que las base están de lleno con la candidatura de Petro; Cambio Radical de los diez senadores electos cinco de la tendencia charista se hallan de pie y cabeza con Gutiérrez, entretanto, el Centro Democrático, antes de las elecciones del pasado 13 de marzo, las tropas se alinearon con Federico.
Por estrategia política Gutiérrez no quiere tomarse la foto, como lo hizo con la U y los conservadores, con Cambio Radical y Centro Democrático por el alto costo político que implicaría ese hecho político a su aspiración, puesto que sabe del desgaste y lo desprestigiado que están estas agrupaciones. Más el Centro Democrático que le ha tocado cargar la pesada cruz de plomo por el pésimo gobierno que viene realizado el presidente Iván Duque.
La foto que muchos esperan donde aparezcan Germán Vargas y Álvaro Uribe abrazado a Gutiérrez no se dará.
Mientras tanto, César Gaviria y Germán Vargas esperan tomar una decisión después de la Semana Mayor.
La estrategia de dividirse para reinar
En la actual coyuntura política en la que se va decantando los posibles candidatos que pasaran a la segunda vuelta presidencial, las casas políticas tradicionales terminan apostando a los dos candidatos con la mayor posibilidad de ganar. Demuestran estar con uno, pero a la final tienen un pie en cada campaña.
Su pragmatismo y olfato político los ponen a prueba a medida que se desarrolla la contienda electoral. A esta altura de la campaña presidencial tienen claro quiénes son los dos candidatos que pasarán a la segunda ronda para disputarse la presidencia de la República. Por estar en juego sus intereses económicos poco les importa dejar a un lado a uno para arrimarse al otro, puesto que en el fondo son unos negociantes y mercaderes de la actividad política. Están con el mejor postor. Como ellos mismo lo dicen: “Es preferible perder un amigo que un negocio”.
Es la situación que vemos siempre en las elecciones presidenciales, regionales y locales. Políticos que no toman una decisión al zar o al calor de las emociones, sino con encuesta en mano. Miden la intención de votos de la contienda para saber quién tiene la mayor probabilidad de ganar. Una vez los numeritos le descifran el misterio se deslizan sigilosamente a la candidatura más viable de ganar. Coyuntura que veremos una vez se definan los candidatos de la segunda vuelta.
Eso sí, con el candidato que se tomaron lo foto y organizaron reuniones se mantendrán, mientras que por la puerta de atrás saldrá el componedor a entregar los recursos económicos a la otra campaña, que saben que será la ganadora. Es decir, reparten votos y recursos económicos a las dos campañas. Al final, siempre están enquistados en el poder.
A la campaña de Gustavo Petro han llegado dirigentes políticos cuestionados por sus malas prácticas, pero a la otra han arribado peores. En la actual coyuntura electoral es más arriesgado tenerlos afuera que adentro.
Al final, la política se hace con los políticos y las elecciones con los partidos. Sin ellos no estaríamos hablando de democracia.