La influencia del ‘ciclón bananero’ en el movimiento económico de la capital del Magdalena y en la vida de los samarios.
Vidal Villanueva Pérez es un hombre de 77 años de edad, cuyo fervor por el fútbol se remonta a su más tierna infancia.
Este pensionado dice sin pestañear que ha seguido al Unión Magdalena desde que tiene memoria, aunque según sus propias palabras, fue a partir del año 1968 cuando el equipo ganó su único título de liga y desde ese momento empezó a tomar el equipo como su pasión. “ Antes de eso era una recocha” cuenta.
Este samario destina un pequeño porcentaje de su pensión a su amor futbolístico, ya sea para poder pagar las entradas a los partidos, su movilización al estadio, consumir alimentos dentro del recinto o comprar la última camiseta del Unión Magdalena.
“Mínimo necesito 20.000 pesos para ir hacia el estadio y tomarme una cerveza”, sostiene.
Villanueva siente que llueva, truene o relampagueé debe estar con su equipo y por eso no escatima en destinar algo de sus ingresos, que son un poco más del salario mínimo, para apoyar el ‘ciclón bananero’, “es una de las pocas alegrías que aún me da”, dice con alegría en la voz. “No soy hincha de radio y menos de televisión”, agrega ante de soltar la risa y señalar con la mirada al hombre que está enfrente escuchando atentamente todo lo que dice .
Equipo de tradición
Así como existe un gran amor por parte de los samarios hacia el Ciclón Bananero, La Perla de América también se nutre de esa pasión que sienten sus ciudadanos por el equipo en distintos sectores.
Santa Marta, es una de las principales capitales del Caribe colombiano, cuya principal fuente económica es el turismo. Luego le siguen, la exportación de banano y café por el puerto local.
El empleo en la ciudad varía en los distintos sectores económicos que se mueven dentro de ella, y el deporte también hace parte de ello; sobre todo, el equipo de fútbol de la ciudad, Unión Magdalena.
El ‘ciclon bananero’ es uno de los equipos más tradicionales e históricos del fútbol colombiano, fue fundado en 1953, y desde entonces se convirtió en una ferviente pasión para los residentes en la capital del Magdalena.
Pese a no ser de los equipos con mayor poder del país, el cuadro bananero reportó activos ante la Cámara de Comercio de Santa Marta de 5.009.308.000 y $7.626.147.000 en los años 2021 y 2022 respectivamente.
La esperanza del fútbol
El mayor logro en la historia del Unión Magdalena sin duda es el título de la liga profesional conseguido en 1968, cuando el equipo ‘azulgrana’ consiguió vencer al Deportivo Cali y así adjudicarse su primer y hasta el momento, su único título en la primera categoría del fútbol colombiano.
A lo largo de su historia, Unión Magdalena ha sido una gran cantera de futbolistas cómo lo son: Alfredo Arango, Carlos ‘El Pibe’ Valderrama, Alex “Didi” Valderrama, Teddy Orozco, Erwin Carrillo, entre otros.
En Santa Marta el fútbol se respira en cada esquina, algunos no dudan en señalar que en cada casa hay un samario que sabe mover el balón y son incontables los que han llegado muy lejos, convirtiéndose en la esperanza de sus familias para salir de la pobreza.
El fútbol es la esperanza y un modo de ganarse la vida en esta capital. Son muchas las empresas que contratan a trabajadores solo por el hecho de jugar bien. Es decir, jugar bien hace parte de unas condiciones o competencias que debe tener un profesional o personas del común para conseguir trabajo.
Así se refleja en el torneo de profesionales que se juega los fines de semana en los barrios, donde los samarios aún pueden ver a viejas glorias del fútbol samario luchando contra jóvenes talentos.
Pero más allá de sus ídolos e historia deportiva, es una institución que representan oportunidades laborales para muchos jóvenes deportistas que aprovecharon su paso por la institución para iniciar carreras exitosas a nivel futbolístico.
No ha sido fácil mantener un equipo a flote, pues ha enfrentado diversas dificultades tanto económicas como deportivas.
Desde el 2022 el equipo disputa la categoría primera A del fútbol profesional colombiano. Esto a nivel económico representa mayores ganancias en comparación a cuando jugaba en la categoría B, viéndose reflejado en aspectos como la taquilla, que en margen de ventas un buen partido puede representar alrededor de 450 millones de pesos.
Luis Manuel Molina, contador del cuadro ‘azulgrana’ desde hace más de 25 años, comenta que “los derechos televisivos son una de las rentas más importantes del equipo”.
Claro está que esto no solo es beneficio para el equipo, pues con estos encuentros se generan múltiples fuentes de empleo tanto directo como indirecto.
“Actualmente estamos generando un aproximado de 125 empleos indirectos, entre aseadores, personal de seguridad, logística y alimentos”, comentó Molina.
El equipo cuenta con alrededor de 60 empleados en nómina, entre jugadores, utileros, cuerpo médico, etc. Sin embargo, para los días de partidos se requiere contratar cerca de 90 personas más, para labores de logística y mantenimiento en el estadio.
Únicamente para la adecuación del gramado, es necesario invertir cerca de 8.000.000 de pesos, en lo que respecta a contratación de personal especializado en el tema.
Molina aclara que en la mayoría de las ocasiones esta contratación significa un ingreso importante para las personas que laborarán, al menos por ese día.
Sin lugar a dudas, Unión Magdalena le representa a la ciudad una fuente de pasión y alegría, un símbolo de identidad y hermandad de todos los samarios, es por esto que el equipo funciona como una industria cultural en los diversos sectores de Santa Marta, y uno de estos es el económico, pues no es ningún secreto que todo lo que conlleva la gestión del equipo es un generador de empleo para una variedad de puntos en toda la extensión de la ciudad.
Del transporte al fútbol
Villanueva confiesa que pese a sus achaques de salud y los malos resultados del equipo no ha dejado de apoyar al Unión Magdalena. “Eso no ha matado mi amor por la camiseta”.
Recuerda que siempre tuvo presente que los domingos eran días de fútbol en Santa Marta, y por ende todas las semanas guardaba sagradamente el dinero de su movilización hacia el estadio.
Él afirma que no le costaba más de $5.000 en moto. Para Villanueva el transporte nunca fue un problema, pues la pasión por su equipo lo hacía movilizarse de cualquier manera para ver jugar al Unión Magdalena,” en mototaxi, en taxi e incluso a pie, aunque muy pocos lo hacen” destacó sobre este asunto.
Lo cierto es que la pasión por el equipo también influye en el sector del transporte público en la ciudad.
Para quienes viven de esto, es una ayuda económica cada vez que el Unión Magdalena juega de local.
Cómo lo explica José Fragozo, conductor de transporte urbano en la empresa Rodamar S.A.S en la ciudad desde hace 22 años, al indicar que la diferencia es notoria entre un día común, y un día de partido.
“Mis ganancias son entre 70.000 y 80.000 pesos diarios” explicó José, destacando que la labor de un día varía entre las 14 y las 17 horas. Los días que juega como local el Unión Magdalena los cataloga como días de trabajo extra, pues entiende que los aficionados buscan de sus servicios para movilizarse hacia el estadio y también para regresar a sus hogares una vez haya finalizado el encuentro deportivo.
El equipo mueve gente y más estando en la primera división como lo hace actualmente.
Es por esto que Fragozo confirma que la demanda de sus servicios cada vez que el Unión Magdalena disputa encuentros en la ciudad es alta.
“Mis ganancias aumentan hasta en un 30% los días que el Unión juega”, explicó José, quien jocosamente alude a que preferiría que el equipo disputara encuentros todos los días, por el bien de su economía.
Así se mueve el comercio
Así como en el caso de los transportadores, el Unión Magdalena influye de manera directa o indirecta en el sustento de varias personas, convirtiéndose en un dinamizador de la economía en la ciudad; lo que resulta importante en las ganancias de algunos de los sectores de Santa Marta.
Carlos Muñoz, un santandereano radicado en Santa Marta desde hace más de 20 años, es propietario de la Panadería San Juan en el sector de Gaira. Su negocio, aparte de especializarse en la elaboración y venta de pan, sirve a sus clientes como un estadero, donde llegan muchas personas a departir, especialmente los fines de semana cuando hay jornada del fútbol profesional colombiano.
Muñoz es un amante del fútbol y los deportes, es por esto que no pierde la oportunidad de proyectar partidos en vivo de la liga colombiana de fútbol para que sus clientes disfruten; él notó cómo en su comunidad disfrutan del fútbol, y debido a esto optó por presentar estos encuentros en su negocio.
En su establecimiento, Muñoz considera que el desempeño de los equipos, sobre todo los pertenecientes al Caribe colombiano (Junior-Jaguares y el Unión Magdalena), es importante, puesto que esto llama la atención de quienes deciden ir a ver los encuentros presentados en su local.
Aunque el rendimiento del Unión Magdalena este semestre no ha sido el esperado, Carlos comenta que si influye el desempeño del equipo en su negocio.
“Cuando van mal, la gente hasta se abstiene de ver los partidos, pero si ven en el televisor la señal del juego, llegan”, dijo; esto lógicamente viene acompañado de un descenso en sus ventas. Sus ganancias, según aseguró, son de $3.000.000 de pesos al día en promedio.
Confirma que los días que se disputan partidos del Unión Magdalena su negocio recibe más clientes, lo que significa un incremento de las ganancias alrededor de un 25%.
En el periodismo samario
Para los medios de comunicación que se dedican al ámbito deportivo, también sacan provecho al Ciclón Bananero.
César Augusto Corbacho es un reconocido periodista samario, quien desde hace 43 años ejerce su labor con pasión, actualmente labora en la estación de radio ‘Radio Magdalena’.
“Es un tremendo fenómeno socioeconómico”, dijo refiriéndose al equipo, pues considera que son varias las formas en las que se encuentra presente la influencia del equipo en la economía de la ciudad.
En su caso, su programa deportivo, que se emite de lunes a viernes, sirve como espacio para pautas de diversos anunciantes, a los cuales cobra tarifas de entre $15.000 a $100.000 pesos, dependiendo la cantidad de veces que un anuncio suene durante su espacio al aire.
Aparte de las pautas, Corbacho destacó que genera algunos empleos para la ciudad gracias a su programa, cuya sintonía crece cuando el equipo marcha bien en la tabla o tiene buenos juegos.
Todo esto dependiendo como se mueve el Unión Magdalena en la tabla de posiciones, a mejor posicionamiento más ingresos de comerciantes, transportadores y medios de comunicación.
De la cancha a la comunidad
El Unión Magdalena es uno de los símbolos más representativos de la ciudad, pues se trata de uno de los equipos históricos del país.
Es fácil reconocer algunos de los elementos característicos del equipo, como lo son las banderas de color azul y rojo, los instrumentos musicales que se hacen presentes en cada uno de los encuentros, como trompetas y tambores, y la característica sirena de José de los Santos Ariza, conocido como Balín, uno de los más fieles y reconocidos hinchas del equipo.
Balín es hincha del Unión Magdalena incluso desde antes que el equipo fuera conocido con este nombre, pues se enamoró del fútbol samario por el desaparecido ‘Deportivo Samarios’, equipo que luego se convertiría en el actual Unión Magdalena.
Una vez se reformó la institución con su nombre actual, continuó su amor por el equipo.
En Santa Marta es reconocido por no faltar nunca al estadio cuando el equipo juega.
Pero también por su inigualable cabellera, que a muchos recuerda Don King el connotado promotor de boxeo conocido por su peinado, su sirena es otro elemento que hace saber que se encuentra presente en el estadio.
“Cuando suena la sirena todo el mundo sabe que aquí está Balín”, comentó Ariza, dejando en claro que puede dejar de hacer sus labores diarias en el taller de mecánica que tiene para asistir al estadio a apoyar a su amado Unión Magdalena.
El costo del barrismo
Así como Balín es un fiel seguidor del equipo y lo acompaña en todas sus presentaciones, los jóvenes integrantes de las barras del Unión Magdalena también son parte fundamental del apoyo hacia la institución.
La Garra Samaria Norte es una de las agrupaciones más conocidas a la hora de hablar de hinchada del Unión Magdalena, esta nace formalmente en el año 2001 y desde entonces se muestra como un apoyo incondicional para el equipo.
David Pombo, antropólogo, en su ejercicio como director de comunicaciones de la barra, comentó algunos de los costos que implican apoyar de manera continua al equipo en todos sus encuentros.
“En costos fijos se pueden ir 2.500.000 de pesos mensuales, claramente no en todos los meses”, explicó Pombo, aclarando que estos gastos se manifiestan en bodegas para guardar instrumentos musicales, banderas que se presentan en cada uno de los encuentros, el humo azul y rojo característico de la barra y demás implementos.
Para los miembros de la barra seguir al equipo incluso en sus visitas a otras ciudades supone un gasto; pues según Pombo a parte dar un aporte mensual de 30.000 pesos por pertenecer a la barra, en promedio a cada seguidor del equipo le puede costar hasta 250.000 pesos el viaje para apoyar al Unión Magdalena en sus encuentros como visitante, esto en el caso de viajes a ciudades como Bogotá, Pasto o Manizales.
“La actividad social que surge en el barrismo no se queda únicamente en los estadios”, indicó Pombo, en referencia a las actividades sociales que se realizan en la institución, como lo es “La murga de Arango”, un proyecto musical autónomo de la barra.
Otro de los grupos distintivos de la afición por el equipo es La Hinchada Del Ciclón, existente como barra independiente desde el año 2015, tras separarse de la Garra Samaria Norte.
Juan Carlos Armenta, vocero nacional de la organización, explicó que el sostenimiento mensual de la barra cuesta en promedio 3.000.000 de pesos a sus integrantes.
Además, otro de los gastos que se hacen presentes para este grupo es la movilización de sus miembros a otras ciudades para ver jugar al equipo. Sobre esto, Armenta explicó que en un viaje a Bogotá o Medellín puede tener un costo promedio de 6.000.000 de pesos en total, incluyendo la movilización de todos los hinchas asistentes con sus boletas.
La importancia del ‘Ciclón’ para el comercio
En Santa Marta no solo la temporada alta es motivo de compras o recibir visitas, pues a diario cientos de personas de todas partes del país arriban a la ciudad.
El fútbol también es motivo para recibir visitantes de otras ciudades, muchas personas aprovechan los partidos de los fines de semana para relajarse y apoyar a sus equipos.
Omar García, presidente ejecutivo de Cotelco Magdalena, explica que cada vez que juega el Unión Magdalena de local solo con los rivales y sus comitivas suelen rentarse 15 habitaciones en promedio en el hotel seleccionado, lo cual genera movimiento en la economía de la ciudad.
Ha esto se suma que algunos equipos como Nacional, Millonarios, América o Junior traen hinchada lo que ayuda a mover el comercio local: restaurantes, transporte, tiendas y la boletería se mueve.
También, está el caso de Willy Mojica, dueño de un popular establecimiento de ropa deportiva en Santa Marta.
“En temporada buena en promedio acá se pueden vender unos 500.000 pesos diarios entre camisetas y gorras del Unión”, comentó Mojica. Aunque aclaró que sus ganancias pueden ser relativas. Personas como Vidal contribuyen en ese grupo de apasionados dispuestos a comprar mercancías sobre el equipo.
Una camiseta original cuesta aproximadamente 120.000 pesos mientras que una réplica oscila entre los 30.000 y 40.000 pesos, ambas aportan de igual forma a la economía en el comercio samario.
Villanueva, quien siempre ha asistido a los encuentros del ‘Ciclón Bananero’, por su edad cuando el equipo juega de visitante sigue de manera entusiasta los partidos por televisión o escuchándolos por radio.
“Mi vida se respeta”, comentó Vidal entre risas, refiriéndose a las fuertes emociones que vivía en el estadio apoyando a su amado equipo, pero que por la salud de su corazón trata de mantener la calma.Ni mucha rabia cuando pierde o juega mal, ni alegría desbordante cuando gana.
El amor por el Unión Magdalena va más allá de lo deportivo, pues para muchos no sólo es un símbolo de pasión y alegría, sino que es su fuente de ingresos.
Ingresos que en muchos casos van más allá de lo económico, sino en la alegría y la esperanza de una hinchada que sufre y goza con su equipo del alma: el Unión Magdalena.
Este reportaje hace parte del trabajo realizado por los estudiantes Marianella Lubo Donado y Marlon Romero Fernández como opción para obtener el título de Comunicador Social Periodista de la Universidad Sergio Arboleda- Santa Marta. La dirección estuvo a cargo del profesor Leonardo Herrera Delgans.