Playa Puerto Mocho, un atractivo en recuperación que se suma al ecoturismo de Barranquilla

Pescadores y caseteros, que han estado por más de 30 años en el sector, se verán beneficiados de la oferta turística.

Una ciudad con río y mar es sinónimo de desarrollo. Sin duda alguna, Barranquilla, con la recuperación de espacios soñados como lo es la Playa de Puerto Mocho, no solo mejorará la calidad de vida de sus habitantes, sino que también ayudará a impulsar el turismo de la zona.

La recuperación paisajística de la playa de Puerto Mocho se basa en el diseño de elementos urbanos en todo el borde costero con elementos como casetas con una gran oferta gastronómica, terrazas de comidas, acceso a servicios públicos y óptima atención a los turistas.

“Aquí hay una increíble playa tranquila, una de las más limpias del Atlántico. Vamos a seguir trabajando para que antes de que acabe el año los barranquilleros puedan disfrutarla y se acuerden que tienen río, ciénaga y playa”, destaca el alcalde distrital Jaime Pumarejo Heins.

Para lograr el resultado que proyectó la actual administración con este proyecto se buscó delimitar la playa en tres zonas: la activa, que está ubicada en la orilla y será destinada -exclusivamente- para bañistas, quienes también podrán practicar deportes náuticos como kitesurf, surf, paddle surf, entre otros. Le sigue la zona de reposo, la cual será ocupada por carpas y luego la zona de servicios, donde se plantean ubicar todos los equipamientos de la playa.

“Hoy estamos viendo cómo Barranquilla crece y, además, cómo tenemos calidad de vida. Ahora le estamos agregando dos componentes mucho más ambiciosos en la parte medioambiental y en la parte del disfrute: la primera es la ciénaga de Mallorquín, donde hay una interacción increíble con la playa y la ciénaga; la segunda es esta playa de Puerto Mocho y el tajamar, donde vamos a tener ese malecón de casi un kilómetro entre la playa y Las Flores. Todo esto va a traer empleo, turismo, calidad de vida y un disfrute increíble para los barranquilleros. Ya los llevamos al río, ahora los traemos al mar”, afirma Pumarejo Heins.

Este proyecto beneficiará a más de 30 caseteros que han permanecido durante mucho tiempo en la playa, preservando la oferta turística que se encuentra ligada a los proyectos enmarcados dentro de la ciénaga de Mallorquín.

Para esto, la Secretaría de Desarrollo Económico y el Centro de Oportunidades del Distrito vienen trabajando y capacitando a las comunidades de pescadores, caseteros y familias que habitan en el sector, quienes se verán beneficiadas económicamente.

Se espera que puedan ofrecer expediciones, cursos de pesca artesanal; además, el consumo en los establecimientos, hostales y demás servicios comerciales que se ofrecerán a los visitantes.