A lo largo de la historia humana, los ríos y cuerpos de agua como humedales, caños, canales y
arroyos, han sido un factor central para el desarrollo de actividades sociales; las grandes
civilizaciones del mundo han crecido alrededor de estos cuerpos.
De esta constante interacción resulta la profunda transformación de los ecosistemas de estas
fuentes de agua, tanto positivos como negativos. Así, se pueden identificar múltiples impactos
negativos que la actividad humana genera sobre los sistemas ecológicos ribereños.
En el caso de Barranquilla, los impactos negativos de los caños de la cuenca oriental son
notables tanto en el ambiente como en la actividad humana, la cual se ve seriamente afectada.
Por este motivo, realizamos una revisión tanto de los determinantes de los problemas de los
caños y sus soluciones, así como casos de éxito internacionales que nos informan de su potencial
de aprovechamiento, y una descripción del proyecto de recuperación local.
El proyecto dará solución a los siguientes puntos de partida:
• Ampliar la sección de los caños que necesiten de esta intervención.
• Recuperar ambientalmente las aguas que llegan y recorren los caños.
• Por medio de diques, evitar inundaciones donde se requiere.
• Diseñar y construir parques lineales a lo largo de los caños que cumplan la función de
aumentar los lugares de zonas verdes en la ciudad, de brindar espacios de interacción
para la comunidad, y evitar posibles invasiones a las rondas.
• Favorecer la navegabilidad y proporcionar accesos y conectividades de los ciudadanos
con los cuerpos de agua.
El proyecto de recuperación integral de caños en Barranquilla se articula dentro del plan de
desarrollo distrital, particularmente en el reto Soy Biodiverciudad, cuyos objetivos centrales se
asocian a:
• La recuperación de ecosistemas estratégicos para la conformación de corredores
ecosistémicos.
• La recuperación y habilitación de la estructura azul para ajustar la gestión del recurso
hídrico al modelo de crecimiento urbano.
• El aumento de la resiliencia de la ciudad frente al cambio climático y los riesgos
ambientales.
Para esto, se propuso la política Ciudad Sustentable, la cual busca recuperar y conservar los
ecosistemas y servicios ecosistémicos, tales como la regulación y abastecimiento de agua,
regulación climática, captura de carbono, mitigación y adaptabilidad al cambio climático, y la
mitigación de riesgos para la ciudad. Para ello se involucra la recuperación y cuidado de las
estructuras verde y azul.
Así, la restauración de núcleos ecosistémicos como la Ciénaga de Mallorquín y el sistema de
caños, y la integración de áreas verdes con nuevos espacios públicos creados a partir de la
recuperación de los ecosistemas, ayudará a la generación de microclimas que favorecerán la
regulación climática, e incentivarán la integración de los barranquilleros con su entorno natural.